jueves, 29 de enero de 2009

CUENTAS CLARAS

No hace falta tener por novia a una cajera del Disco para darse cuenta de que a veces los números no cierran. Consta aclarar que no estoy hablando de dinero.
Una amiga mía me recriminó ayer lo siguiente: "Mahatma Gandhi dijo : Ojo por Ojo y el mundo se quedara ciego!..." (su comentario seguía, pero esta es la parte en la que voy a detenerme por ahora). "Ojo por ojo", con la lección bien aprendida, a lo sumo puede llevar al mundo a quedarse tuerto; sin embargo, no son pocas las niñas avivadas te pican ambos ojos cuando vos les metiste el dedo en uno solo. ¿Qué hay que hacer en ese caso? ¿Dejarla salir ilesa?, ¿poner la otra mejilla? ¿Creerse Ten Shin Han y confiar en un tercer ojo que nos queda ileso? Francamente, a mi me gustan mucho las cuentas claras. Uno por uno es justo y dos por dos lo es igual. Y no es que yo sea fanático de los empates, pero me considero un tipo honesto.
A veces me encuentro en la duda y no sé bien qué pensar. Si me quieren tomar por tonto, si ellas todavía suman con los dedos, si tienen mala memoria o bien si quieren sacar partido de todas las situaciones. Me inclino por una combinación entre la primera y la última opción.
A fines de ser lo suficientemente gráfico, expondré un ejemplo que virtualmente ha sido el que me enseñó a estar más despierto.
Voy a resumirlo sin entrar en una retórica poética como sería habitual en mí.
Durante mi primer noviazgo, cometí el error de comentarle a ella (mi novia) que de tanto en tanto solía histeriquear por chat con una chica que vivía en la loma del ojet... muy lejos. Para graficarlo, yo en Cba., la otra en Chubut. Cronológicamente, estamos hablando del año 2000 - 2001. Las webcam no eran cosa común, como tampoco lo eran las cámaras digitales. Generalmente, durante esos primeros años de internet, aquellos que querían verse la cara a través de los portales de chat, tenían que recurrir a la molestia de escanear una foto auténtica y mandarla por mail con sus 10Mb de peso a una casilla de correo cuya capacidad era de 500 Kb. Informo de todo esto, porque necesito refuerzos a la hora de señalar que ella (la otra) y yo, no nos conocíamos las caras. Era un histeriqueo sin rostro, a tal punto lo consideraba inocente, que como ya mencioné, se lo comenté yo mismo a quien por aquel entonces era mi novia.
No hace falta que describa el desplante que siguió. Insultos, indignación, llanto y muchos, muchos, muchísimos gritos.
Supuse que ella tenía razón. Estando yo en una relación seria, no había motivos para andar con tantas idioteces de nene chiquito. Corté toda relación con la sureña y jamás volví a saber de ella.
Tiempo después, me entero por mis medios (medios de novio desconfiado que de tanto en tanto te revisa el correo cuando siente que hay algo raro de por medio) que mi novia estaba histeriqueando de igual forma con un porteño al que había conocido la última vez que viajó a Buenos Aires. Quise increparla y me dijo con un tono que denotaba seguridad y certeza en sus palabras: "no podés decirme nada, porque vos hiciste lo mismo".
Como me agarró bien en frío, le di la razón por un momento... pero luego, las sumas entraron en juego: yo "histeriqueo" - ella "se enoja". Ella "histeriquea" - yo NO puedo "enojarme".
A ver, a ver, a ver, a ver... un momentito, detengamos el marcador, paren la cuenta, frenen el score-board. ¿Me parece a mi o me están robando un puntito? Si ella se enoja cuando yo me mando una cagad@, me parece que estoy en TODO mi derecho de enojarme y hacer el MISMO planteo que ella hizo, cuando la que se manda la cagad@ es ella!!!
Ya voy entendiendo cómo funciona. Cuando uno se manda un moco primero, no sólo da vía libre para que ella haga exactamente lo mismo, sino que renuncia a sus posibilidades de reproche. Es decir que un desliz tuyo, vale por dos de ella. Algo no me suena bien.
La situación se repite: Yo llego tarde, ella se enoja. Ella llega tarde (porque yo hice lo mismo antes), pero yo no puedo enojarme (porque yo hice lo mismo antes). ¿Ven cómo funciona? Es un 2 x 1
¿La dejaste plantada para irte con los chicos? No hay drama, ella va a enojarse por eso, luego va a dejarte plantado ella a vos para irse con las chicas, pero adiviná... SI!!! ACERTASTE!!! no vas a poder decirle nada!!! ¿por qué? - Obviamente, porque vos se lo hiciste primero-
Es más que clara la forma en la que una mujer lleva las cuentas. Es una gran promoción y las putead@s están de oferta. Ella tiene todos los derechos. Enojarse y vengarse.
¿A eso ahora lo llaman ojo por ojo? NO! ojo por ojo, es uno por uno, es un número par, es un equivalente justo e implica UNA reacción de ella, para UNA acción mía! La otra, la que sobra, es un extra que me quedan debiendo y no les quepa duda que pienso nivelar los tantos. Esto no es basket, acá no cuentan dobles y triples, mucho menos... y a la que venga con esa idea, más le consta parecerse a Michael Jordan. No sólo por su habilidad con la pelota, sino porque es un gran economista de sus propias finanzas. A ese grone, los números le cierran siempre.




1 comentario:

Alma dijo...

jajaja, no importa lo que yo piense... me haces reir igual jaja