martes, 4 de enero de 2011

PERFUME DE VARÓN (HUUUA)

El colectivo se detiene en una de sus usuales paradas; tal vez la más concurrida.  Comienzan entonces a subir los incontables pasajeros que suelen esperar el bus a la salida del call center. 
Nuestro protagonista observa, con inquietud, cómo uno a uno los asientos libres se van acabando, reduciendo así las opciones para que la gente se ubique e inevitablemente se termine ocupando el lugar a su lado.
El colectivo amaga a arrancar y él sigue gozando de sus privilegios de soledad junto a la ventanilla, cosa que lo alegra.  Pero el vehículo se detiene bruscamente y el sonido de los pistones abriendo la puerta automática, se deja oír.  
"Eso no vale" -pensó él- "a mí nunca un colectivero me hizo el favor de abrirme la puerta cuando ya se estaba yendo.  Ahora seguro se me sienta alguien al lado..." (pensamiento típico de su usual antipatía).
Una dulce y jovial voz femenina le profiere al conductor un "gracias" que se oye agitado.  De seguro la pobre  habría corrido hasta alcanzar el colectivo.
Él, de mala gana, levantó la vista para ver de quién se trataba, pero se vio compelido a desviar fugazmente la mirada, puesto que ella también lo estaba observando.  En realidad, la rubia (porque era rubia) tenía los ojos puestos en el asiento libre que estaba al lado, pero él igualmente se sintió inhibido.
Medio a las apuradas, el muchacho sacó la mochila del lugar destinado a las posaderas humanas y la puso entre sus piernas.  Ella, que todavía respiraba agitadamente, procedió a sentarse.
"Esperemos que no sea una de las típicas pelotud@s que se pasa todo el viaje hablando por teléfono" -pensó él- "habría que prohibirles hablar por teléfono en el colectivo" -se le ocurrió- "bah... no prohibir, pero me embola que hablen durante todo el viaje.  Encima se ríen chillonamente, y cuentan sus historias esas de: 'el dijo, entonces yo dije, y el dijo y entonces yo dije y sos divina te amo'..." "¿por qué las mujeres se dicen cosas como esas? 'te amo'... ¿no tienen miedo a sonar gay? o sea... porque se lo dicen todo el tiempo: 'sos divina, te amo'.  En facebook lo publican todo el tiempo en las fotos: 'salís divina, te amo' y la otra idiota le dice 'ay gracias bichi, sos divina, te amo'.  ¿En serio necesitan ser tan falsas?" -dijo para sus adentros- "bueno, al menos no es un groncho que escucha cuarteto y cumbia con un sonido todo saturado en esos celulares del orto con parlantitos de mierda.  Cualquier cosa es preferible a esos muertos de hambre que no tienen para comprar un put0 auricular y te obligan a escuchar el punchi punchi inmundo de la mona."
A todo esto, la joven no había emitido sonido alguno a excepción del jadeo producido por la respiración entrecortada, efecto que se deriva de correr tras el colectivo.
Mientras, él seguía pensando: "no se me ocurre hacer un comentario en facebook sobre la foto de un amigo, para decirle "salís re lindo" y que él me conteste "vos sos más lindo, te amo".  Si hiciese eso, me eliminaríán y yo capaz que lo bloqueo por joto al amigo que sea.  Las mujeres son raras, se dicen cosas raras.  No las entiendo... ¿en serio la ven linda a la amiga o saben que la amiga quiere que le digan eso? ¿por qué nunca...? -su "inspiración" se vio truncada cuando ella lo interrumpió: 

(Rubia): -"Dis... disculpame, pero..." -Ella se veía indecisa, ruborizada y su rostro reflejaba una extraña mezcla de vergüenza, simpatía y temor-

Él la interpeló con la mirada, como esperando a que ella termine su "cuestionamiento".  En el fondo, pensaba: "espero que no me pida que cierre la ventana.  No le voy a poder decir que no, pero me da por las bolas que les importe más no despeinarse con el viento que el calor agobiante.  No quiero cerrar la ventana y me odio por ser tan cagón porque no le voy a poder decir que no, voy a tener que comermela y cerrar la puta ventana".

(Rubia): - "Disculpame ¿no? A lo mejor te, te... suena raro, pero... o sea... ehm... yo... no sé si sabés... es raro lo que te voy a preguntar, pero... ¿qué tenés puesto?

Él comenzó a mirar para los costados, no terminaba de entender si le estaba hablando a él.  Ella lo miraba, con bastante vergüenza, pero definitivamente lo miraba.  Él no notó nada raro en su atuendo e intentó obtener alguna clarificación sobre la pregunta. "Disculp... que qué tengo pues... ¿la ropa decís vos?"

(Rubia): -"¡NO! jajajaja, no la ropa, ay perdoná, jajajaja, es que no sabía cómo preguntarte.  El perfume, cómo se llama el perfume que tenés puesto.  Eso quería saber, jajaja, perdoná, dije cualquiera".

Él comenzó a hacer memoria... intentaba recordar si se había perfumado.  "No me puse nada hoy" -pensó- "me bañé, me cambié rápido, salí medio a las apuradas, no me puse perfume ¿o sí me puse? ¿cuándo me puse por última vez? Para año nuevo sí me puse, bah, me puse el 31, pero no creo que me dure todavía..."

(Él): -"No, disculpá, no me puse perfume ¿tengo mucho olor? Te jur... la verdad no me acuerdo haberme perfumado".

(Rubia):-"Ah... ¿desodorante? o sea, no es por nada malo, es rico.  Es rico olor, por eso te pregunto".

Él comenzó a pensar "ah bue'... ¡cómo estoy gustando!" y mientras, cantaba para sus adentros: "la rubie-ci-ta tiene antojoooo" al ritmo de lo que los grones del "toor" escuchan en sus saturados celulares.  Se agrandó, pero tuvo algo de vergüenza cuando hubo de responder:

(Él): -"No, mirá... jajaja... uso... uso un Dove.  Ese antitranspirante, pero el de manzana.  El verde."

(Rubia): -"¿El de mujer?"

(Él): -"Ehm... sí, pero porque es antitranspir..." -ella lo interrumpió-

(Rubia): -"No, claro; no es eso.  Tenés olor a hombre.  O sea, ¡no! jajaja, no es olor a chivo, pero olés a un perfume de hombre y es un olor que yo conozco, pero no sé de qué es y..."

Él no sabía si creía lo que estaba pasando.  ¡Se lo querían levantar en el colectivo!  "La put@ madre" -pensó- "¿Justo cuando estoy de novio me pasan estas cosas? No entiendo... ¿Será cierto que huelen la desesperación y yo huelo a otra cosa? ¿Estará oliendo la confianza del hombre que no busca? ¿El aroma típico del macho alfa? ¿El olor a feromona inactiva? ¿Olor a éxito, a confianza, a hombre tomado?

(Él): -"No, no sé... ¿seguro soy yo? Porque perfume no me puse y la ropa... no se, es olor a jabón para lavarropas lo que debe tener.  Capaz es el shampoo, pero ni idea de cual es"

A estas alturas el muchacho ya se daba por satisfecho.  Creía que sin importar lo que contestara, su interlocutora trataría de seguir la conversación hasta el punto en el que él pudiera argumentar lo que siempre quiso decir y nunca nadie le dio pié para soltar: "sorry flaca, pero tengo novia".
Faaaaah!!! Nada hace más deseable a un hombre, que ser inasequible. Bueno, tal vez una abultada billetera, un buen auto, una inflada cuenta bancaria, la facha... Todo eso que él no tenía, pero de todas formas esta rubia lo hacía sentir Brad Pitt y su ego se moría por más.

(Rubia): -"Es que... olés como mi papá".

"Ok,u ok" -pensó él- "la nena con daddy issues.  Definitivamente me tiene ganas".

(Él): -"Mmm.  Ni idea.  Pero a veces es lo que uno come ¿no? La gente por ahí tiene su olor particular, es el olor de uno..." -afirmó como si supiera de lo que estaba hablando-

(Rubia): "No; o sea, sí.  El olor de uno, o sea que la gente sí tiene su olor... pero no, porque esto es... o sea, ESTE olor, yo sé que es el olor de mi papá después de ducharse.  O sea.. yo sé que es el olor de mi papá, pero no siempre... no siempre tenía el mismo olor, es su típico 'olor de después de bañarse'".

La joven comenzaba ya a dar algunas pistas aisladas y pequeños trozos de información que deberían haber advertido a nuestro protagonista sobre los riesgos de proseguir con la charla.  Pero él estaba demasiado ensimismado con su "magnetismo animal" o su "poder de atracción".  Pensó en que si no estuviera en pareja tal vez podría animarse a invitarla a algún lado; el típico café que se propone en las películas o  bien, para aminorar el impacto, bajarse casualmente en la misma parada y luego caminar algunas cuadras con ella... o miles de otras alternativas que, con pareja o sin ella, jamás se animaría a concretar.

(Él): -"No, la verdad es que trato de... de pensar en qué puede ser ese olor, pero no lo siento.  No siento ningún olor.  Pero de última ahora cuando llegues a tu casa le preguntás a tu papá y te sacás la duda". (De paso el muchacho pensaba en que si fuese más "banana" le podría decir algo así como "y te doy mi nº de celular y me mandás un sms con la respuesta cuando la sepas, así no me quedo yo también con la duda y bla bla bla..." pero nuestro "héroe" ni en un millón de años se hubiera animado a semejante artimaña).

(Rubia): -"No, lo que pasa es que mi... papá falleció hace bastante, cuando yo era chica y ese olor es el suyo, por eso te preguntaba.  A ver si iba y compraba el perfume.  Como hoy cobré y... nada, eso.  Nunca supe qué perfume usaba mi papá.  Es el olor de mi papá nomás..."

(Él): -"Ah... ya... ya veo... No; realmente disculpá pero no... no se me ocurre qué puede ser.  De todas formas... ehm... o sea, te digo qué perfume tengo yo en mi casa, capaz que la ropa tiene todavía un poco, pero yo hace mucho que no uso.  A lo mejor quedó pegado en la ropa ¿viste?"

La rubia se veía un poco decepcionada pero igual atinó a decir "bueno, dale" mientras sacaba un diminuto lápiz rosado y una agenda tamaño micro.
Él le dio el nombre del producto, ella lo anotó casi a desgano y todo eso fue seguido por un "gracias" desvanecido y un silencio incómodo.
Minutos después ella se levantó de su asiento, le pidió disculpas por las molestias y se bajó del bondi.
Él se quedó pensando en que "los hombres" son criaturas realmente retrógradas.  Demás está decir que no hizo la afirmación solamente con respecto a sí mismo, sino que basado en su propia experiencia, realizó una generalización hacia todo su género:
"Al final uno se emputece cuando las mujeres se dicen 'te amo' entre ellas, pero basta con que una nos de charla para que nos creamos no sé qué... ¡Brad Pitt! Boludos somos, eso somos; ¡bien boludos!  Como si una mina no nos pudiera hablar simplemente por hablar, noooo, todo tiene que tener intenciones ocultas.  Al final, somos peores que ellas.  Ellas se dicen "te amo" y nosotros creemos que son falsas.  Pero después te preguntan la hora y uno ya se cree que lo quieren garchar.  No, si nosotros los hombres no aprendemos más. Somos bien pelotudos, pero mirá que las minas... o sea, a quién se le cruza preguntar por el perfume que usás. ¿Uno qué puede pensar si no? ¡Que te quieren levantar! Al final TNT nos lava la cabeza: 'pasa en la vida, pasa en TNT' y uno se cree que es así, que lo de las pelis pasa en la vida real.  Bueno, como sea... los hombres somos pelotudos por creer cualquier cosa y las mujeres preguntan y dicen pelotudeces.  Y seguro que esta bruta estaba oliendo al viejo del asiento del frente y se comió cualquiera.  Pero pobre ¿no? o sea, eso de los olores es toda una historia; a mí también me agarra una nostalgia... ¡el pan caliente! el pan caliente de Il Gato me hace acordar a mí también a la piruuuucha.  La vieja del barrio que hacía pan casero y nos lo daba caliente cuando íbamos a lo de..."  -en eso estaba cuando atisbó que era momento de bajar-

Se bajó del colectivo y comenzó a caminar hacia el punto de reunión con su madre.  Al llegar, la saluda, le da un beso y le dice "hola ma" y su madre, que aún le habla como si tuviera 10 años, le contesta: "¡¡¡aaay, pero que olor a hombre!!! 


(Él): -"sí... algo raro me pasó con esa historia hoy..."


(Madre): -"y qué prolijito ¿¡te afeitaste!? -exclamó ella como si hubiese resuelto un crimen-

(Él): -"psé... ¿por?"

(Madre): -"Porque tenés olor a crema de afeitar; esa que le compro a tu padre".

(Él): -"Ma, podés estar orgullosa".

(Madre): -"¿Por...?"

(Él): -"¡TENES UN HIJO QUE ES EL REY DE LOS PELOTUDOS!"

domingo, 2 de enero de 2011

LA MATRIZ

¿Alguien notó que la primera entrada de este blog hace referencia a mi madre y la última (hasta la entrada anterior, con la cual cerraba el blog) a las madres en general?  Es para pensarlo un poco... ya retornaré sobre este punto en el futuro...