sábado, 26 de noviembre de 2011

ARQUITECTURA DE LA MUJER

Las mujeres que he llegado a conocer se asemejan, algunas más, algunas menos, a edificios de distinta índole, a saber:

-Hay mujeres que son como museos comunes: Todo muy lindo, se mira y no se toca.


-Hay mujeres que son como museos de arte posmo: abunda lo incomprensible y lo pretencioso. No se entiende un carajo lo que hay dentro y sin embargo muchos pelotudos se quieren meter ahí simplemente para decir que ahí estuvieron.

-Hay mujeres que son como una escuela: Uno aprende mucho, es una etapa necesaria atravesar por ella, pero sin embargo no dan ganas de estar ahí y sólo con nostalgia, después de que pasó mucho tiempo, uno recuerda con algo de amor esa experiencia.

-Hay mujeres que son como una cárcel: Entrar es fácil: lo difícil es salir.

-Hay mujeres que son como la casa de uno: Podés andar por muchos lados, ver edificios más lindos y todo, pero al final del día, no hay nada mejor que volver.

-Mujeres que son como la despensa que abre el domingo hasta las dos de la mañana: Uno no va casi nunca, pero te sacan del apuro y agradecés a Dios que existan, cuando lo hacen.

-Mujeres que son como la oficina del trabajo: Todo es rutinario, aburrido y monótono, pero si no existiera, no tendríamos en qué ocupar el tiempo. Además, si te despiden, te agarra la desesperación de no saber si algún día volverás a tener algo que te sustente.

-Mujeres que son como la Iglesia: Una vez que abandonás, todo el mundo te dice que deberías volver, aunque no tenés muchas ganas de hacerlo.

-Mujeres que son como la Iglesia Universal: No te dejan irte y si lo hacés, te llaman a tu casa, te prepean y mandan gente a buscarte.

-Mujeres que son como el último piso del Empire State: Todo el mundo estuvo ahí y lo sabés, pero cuando es tu turno, te sentís afortunado.

-Mujeres que son como una calesita: Dan vueltas todo el tiempo, pero vos te seguís metiendo igual como un chico, porque es divertido.

-Mujeres que son como la cucha del perro: Ni tu perro la quiere.

-Mujeres que son como la casa abandonada donde se juntan los adictos: Sabés que te hace mal y algo te empuja a seguir volviendo.

-Mujeres que son como el casino: Te dejan sin un mango y les importás tres chotos.
Cuando por casualidad te toca ganar, te dicen que hiciste trampa.

-Mujeres que son como un hospital privado: Vos creés que se preocupan por vos y su existencia te da seguridad, pero sólo les importa tu dinero. Mientras más pagues y menos visites, mejor.

-Mujeres que son como un boliche medio exclusivo: Todo el mundo tiene accesos, menos vos.

-Mujeres que son como el tren fantasma: Sabés que te asusta, pero te tenés que meter igual.

-Mujeres que son como la cocina de tu restaurante favorito: Te muestran cosas que hubieras deseado no ver.

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